Sobre "Once Historias de Fútbol"

por Gianfranco Hereña Rodríguez

Título: Once historias de fútbol.
Autor: Selección de Jorge Salazar.
Editorial: Fondo editorial de la Federación Peruana de Fútbol

Aunque el tiraje se agotó repentinamente, aún pueden ubicarse algunos ejemplares en diversas bibliotecas de la capital. “Once historias de fútbol” fue una selección de cuentos hecha por Jorge Salazar, reconocido periodista y editor nacional. Salazar señala al inicio del libro que la calidad de los textos es “superlativa” y que la culpa de excluir de la nómina a otros tantos escritores es la misma de un director técnico que decide quiénes son los que juegan el fin de semana. Así, tenemos a estos elegidos que se paran sobre un terreno de juego siempre peligroso como es la ficción. 

Aunque es conocida la afición de Albert Camus por el fútbol y muy especialmente por el puesto de guardameta, aparece en la portada jugado como defensa central. En su lugar, seguro bajo los tres palos, está el uruguayo Horacio Quiroga con “Juan Polti: half- back”. Apelando a un anglicismo todavía primitivo en el fútbol, Quiroga narra lo que ahora parece ser la carrera en escombros de un defensor del Nacional de Uruguay. Nostálgico, certero y con imágenes que golpean como puños de boxeador, su historia logrará conmovernos como más adelante lo harán Pasolini, Camús, García Márquez y Vargas Llosa. Pasolini, con la finura de un cineasta, retrata el verdadero sentimiento de este deporte a través de “El lenguaje del fútbol”. Su semblanza, deliciosa y llena de referencias, nos convertirán en testigos de su experiencia como aficionado. Y si hablamos de hinchas, García Márquez recuerda ese primer encontronazo que tuvo con el fútbol y el Junior de Barranquilla. Digamos que ambos pueden ser los laterales de este equipo, los que salen jugando, permitiendo a la prosa, ya un poco más dura de Vargas Llosa y Camús, ofrecernos dos buenas historias; el primero, un fragmento muy futbolero de “Los jefes y los cachorros”, el segundo, su experiencia como portero en la Universidad de Argel. 

Galeano, Cela y Regás juegan en la volante. Son todo-terreno y dominan el juego narrativo con sutileza de cracks. “La obligación de perder”, “El héroe” y “Ganas de quejarse, la verdad” conforman tríos de ensayo y narrativa respectivamente. ¿Qué es el fútbol sino un juego lleno de imprecisiones? es la conclusión que hacemos tras leer estos textos. “La obligación de perder” desnuda el miedo escénico de los jugadores bolivianos en el mundial de 1994. Un equipo asustadizo que vio expulsado a Marco Etcheverry, su máxima figura, apenas a los diez minutos de juego y es esa misma Bolivia, timorata, que cae por 1-3 ante España y que para los españoles no pareció ser suficiente, a lo que Regás atribuye como un sentimiento de superioridad inútil. Sábato con “El problema del fóbal criollo”, Moraes con “Un abrazo a Pelé” y Dolina con “El último partido de Rosendo Botaro” sentencian un partido donde el lector, adherido a las páginas, logrará borronear la línea divisoria entre fútbol y literatura. Queda la conclusión que donde rueda una pelota hay una historia de vida y muerte, plena de momentos de felicidad o dolores violentos, donde el punto final rueda siempre bajo nuestros pies.