HUELLA DE VIDA

por Pedro Escribano


Coco, como solían llamarlo sus amigos, pertenecía a esa estirpe de periodistas peruanos que se formaron allí, donde la noticia ocurre. Creo que no hay un diario limeño ni temas ajenos a su pluma. Escribió sobre policiales, crónicas deportivas y sabrosos textos de cocina.
Jorge Salazar nació en los Barrios, en 1940. Corrió sus años de infancia en Chosica y después en Santa Beatriz, en Lima, "con incursiones –confesión cunda– en la Victoria".
Estudió en la Universidad de San Marcos y en universidades parisinas y alemanas, donde estudió filosofía, pero terminó estudiando arte y periodismo en Madrid.
Era un periodista de barrio, pero también de trajín cosmopolita.

ESCRITOR Y SUS LIBROS

Pero Jorge Salazar no solo fue un cronista de temas coyunturales. Fue escritor e investigador acucioso, cuyas cosechas casi siempre terminaron publicadas en libros. En 1980 ganó el premio Casas de las Américas con La ópera de los fantasmas, sobre la tragedia del Estadio Nacional de 1964. Otros libros suyos son Una visión del Perú (premio De Gius de los Países Bajos), Poggi: La verdad del caso, La medianoche del japonés y Los papeles de Damasco. Con su libro Crónicas gastronómicas, ganó el premio Gourmand World Cookbook Awards 2006.
Sin duda, es uno de los pocos historiadores del crimen en el Perú. Su colección Historia de la noticia lo confirman. "La historia –dijo a La República en una entrevista– es algo que me ha fascinado desde muy joven y pienso que el homicidio, el crimen y el delito forman parte de la historia de los pueblos, aunque muchos lo pasen por alto. Yo creo que un pueblo que no conoce la historia de sus errores, de sus horrores, está llamado a repetirlos". Entonces –concluía–, me siento, al mismo tiempo, asqueado y enriquecido".
Esa era la conciencia de este periodista que perseguía a la muerte.